Ciudadano Presidente Municipal Francisco Lozano Armengol
Personalidades del Presídium
Amigos todos.
-El día de hoy nos vemos aquí reunidos con un propósito que va más allá de dar un simple reconocimiento, pues la presente noche es especial.
Ésta noche está llena de historias, de constante esfuerzo, de enseñanza, de ternura y recuerdos.
Como hablar en tan solo unos minutos de una trayectoria de muchos años -más de 40 ya- que por un golpe de suerte (para nosotros los potosinos) después de haber incursionado en el teatro, el destino quiso que Carmen se uniera al entonces naciente Ballet Provincial como bailarina y algunos años después se hiciera cargo de iniciar a los más pequeñitos en la disciplina de la danza. Desde entonces, incontables generaciones de niños y niñas potosinos han pasado por la tutela de la maestra Carmen, muchos podemos contarnos con la oportunidad de habernos enriquecido con sus enseñanzas, firmeza e infinita bondad.
He de confesarles que para hablar de Carmen necesito mucho más que unos pocos minutos, pues primero habría que definir de cual faceta habría que hacerlo: podría iniciar con Carmen a quienes buscan los más importantes cineastas de México cuando San Luis Potosí es requerido como locación para alguna importante película. O quizá de Carmen la que con sus habilidosas manos llegó a confeccionar los tocados, vestuarios y utilería que siempre distinguieron al Ballet Provincial. O también podría hablar de Carmen quien ha sido visitada por incontables pedagogos extranjeros, impresionados con la calidad de educación artística que reciben los niños potosinos quienes los hemos visto salir al escenario y bailar, todavía, con un chupón en la boca.
Y así podría seguir enumerando diferentes facetas de Carmen hasta bien entrada la madrugada.
Ahora que tengo oportunidad, quisiera hacer notar que al igual que todos los grandes próceres de nuestra historia, Carmen Alvarado Moreno, se ha enfrentado con valentía y tesón a su destino, pues les recuerdo a todos los presentes, que el trabajo en el que se desarrolla la Maestra Carmen, es quizá de los más difíciles de México. En primer lugar se dedica a la enseñanza; en un país regido por la Estupidocracia, en donde el conocimiento es atropellado y en donde pocos quieren aprender. Pero si esto último no fuera suficiente, la cosa se complica más al señalar que no solamente se dedica a la enseñanza, sino a la enseñanza del arte.
En un México gobernado por analfabetas sistémicos, con un congreso federal alienado por un sesenta por ciento de sus integrantes, que solo cuentan con una instrucción de secundaria para abajo, es por esto, que no es raro que solo se le de importancia a lo que genere riqueza material, olvidando y haciendo a un lado todo lo que enriquezca el espíritu o simplemente apeste a cultura.
Créanme estimados amigos aquí reunidos; en dichas condiciones, el trabajo de la Maestra Carmen es de lo más difícil que hay y por su extraordinaria labor por San Luis Potosí le brindo todo mi respeto, cariño y reconocimiento.
Y hoy le brindo homenaje desde lo más profundo de mi corazón:
A la Maestra; sea
A la Artista; sea
A la Amiga; sea
A la Prócer; sea
Y por último a la gran Mujer… ¡sea!
_______________________
Mtro. Raúl Gamboa López
A 25 de Julio del 2007
Personalidades del Presídium
Amigos todos.
-El día de hoy nos vemos aquí reunidos con un propósito que va más allá de dar un simple reconocimiento, pues la presente noche es especial.
Ésta noche está llena de historias, de constante esfuerzo, de enseñanza, de ternura y recuerdos.
Como hablar en tan solo unos minutos de una trayectoria de muchos años -más de 40 ya- que por un golpe de suerte (para nosotros los potosinos) después de haber incursionado en el teatro, el destino quiso que Carmen se uniera al entonces naciente Ballet Provincial como bailarina y algunos años después se hiciera cargo de iniciar a los más pequeñitos en la disciplina de la danza. Desde entonces, incontables generaciones de niños y niñas potosinos han pasado por la tutela de la maestra Carmen, muchos podemos contarnos con la oportunidad de habernos enriquecido con sus enseñanzas, firmeza e infinita bondad.
He de confesarles que para hablar de Carmen necesito mucho más que unos pocos minutos, pues primero habría que definir de cual faceta habría que hacerlo: podría iniciar con Carmen a quienes buscan los más importantes cineastas de México cuando San Luis Potosí es requerido como locación para alguna importante película. O quizá de Carmen la que con sus habilidosas manos llegó a confeccionar los tocados, vestuarios y utilería que siempre distinguieron al Ballet Provincial. O también podría hablar de Carmen quien ha sido visitada por incontables pedagogos extranjeros, impresionados con la calidad de educación artística que reciben los niños potosinos quienes los hemos visto salir al escenario y bailar, todavía, con un chupón en la boca.
Y así podría seguir enumerando diferentes facetas de Carmen hasta bien entrada la madrugada.
Ahora que tengo oportunidad, quisiera hacer notar que al igual que todos los grandes próceres de nuestra historia, Carmen Alvarado Moreno, se ha enfrentado con valentía y tesón a su destino, pues les recuerdo a todos los presentes, que el trabajo en el que se desarrolla la Maestra Carmen, es quizá de los más difíciles de México. En primer lugar se dedica a la enseñanza; en un país regido por la Estupidocracia, en donde el conocimiento es atropellado y en donde pocos quieren aprender. Pero si esto último no fuera suficiente, la cosa se complica más al señalar que no solamente se dedica a la enseñanza, sino a la enseñanza del arte.
En un México gobernado por analfabetas sistémicos, con un congreso federal alienado por un sesenta por ciento de sus integrantes, que solo cuentan con una instrucción de secundaria para abajo, es por esto, que no es raro que solo se le de importancia a lo que genere riqueza material, olvidando y haciendo a un lado todo lo que enriquezca el espíritu o simplemente apeste a cultura.
Créanme estimados amigos aquí reunidos; en dichas condiciones, el trabajo de la Maestra Carmen es de lo más difícil que hay y por su extraordinaria labor por San Luis Potosí le brindo todo mi respeto, cariño y reconocimiento.
Y hoy le brindo homenaje desde lo más profundo de mi corazón:
A la Maestra; sea
A la Artista; sea
A la Amiga; sea
A la Prócer; sea
Y por último a la gran Mujer… ¡sea!
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Mtro. Raúl Gamboa López
A 25 de Julio del 2007
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